El cortisol es una hormona que en altos niveles de producción es causante del estrés excesivo, entendido como estado de preocupación o tensión mental que se genera por situaciones difíciles o respuestas naturales de nuestro cuerpo ante distintas amenazas y estímulos generando consecuencias físicas o psíquicas negativas.
Según la ciencia, la llamada hormona del estrés es secretada por glándulas ubicadas arriba de los riñones y su generación está direccionada y controlada automáticamente por nuestro cerebro a través de la glándula pituitaria. Por fortuna, existen además patrones de refuerzo cotidiano para moderar la producción excesiva del cortisol y sus efectos como lo son el ejercicio físico, la meditación, la alimentación y las relaciones armoniosas con personas a la que yo llamaría: Gente Vitamina.
Auto recetémonos la búsqueda y relacionamiento con personas que liberan energía positiva y si nos entendemos como una sola unidad, hacer lo propio de cara al otro.
Gente vitamina las hay de todo tipo y en cualquier lugar: los V.A. que nos apoyan, animan, aman y aprecian; los V.I que nos inspiran, inculcan, invitan; Los V.C que nos generan confianza, comprensión, compañía, entre otros…
Las personas vitamina son diversas y tienen la capacidad de sacar lo mejor de nosotros, nos promueven a realizar funciones correctas desde la inspiración permitiéndonos el crecimiento y la auto superación, son personas nutritivas que con solo el saludo enérgico y una sonrisa amable derriten el hielo y propician un microclima de confianza donde danzan las ideas, el humor y el optimismo.
Así como el cortisol abre la válvula para el surgimiento del estrés y otras enfermedades, esta gente fecunda, alimenta y nos da fruto, abriéndonos puertas para la generación de la oxitocina o también llamada hormona del amor, tan indispensable para la vida y nuestro accionar humano.
Para ser una de ellas el recetario es sencillo, amplio y muy efectivo: Implica ver al otro desde la confianza, el reconocimiento y el respeto, nos anima a sembrar con frases de ánimo en situaciones tormentosas con semillas de esperanza y tranquilidad, nos invita a extender la mano generosa en tiempos de sequía, asistir y dar el abrazo en momentos de soledad, hacer la llamada a ese ser importante que hace mucho no vemos, a ilusionarnos y emocionarnos con los triunfos del otro, es eso, ser optimistas, propositivos, ser solución, ser fecundos y dar fruto en este complejo pero fascinante universo de las relaciones interpersonales.
En un mundo globalizado, es necesario evitar ese variado menú chatarra de gente pesimista, envidiosa, negativa o egoísta que solo ofrecen toxicidad.
Si sabemos que nuestro cuerpo necesita una dieta balanceada y nutritiva, es necesario ser conscientes de que nuestra vida apela a la necesidad de relacionarse, seguir, leer o escuchar a gente vitamina. El crecimiento saludable requiere de una buena elección.
Opinión:
Christian Castro López
@chrisarquitecto
