4 May, 2024
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Opinión: Cultivar la atención

Opinión: Cultivar la atención

¿De qué estábamos hablando? ¡Ah sí!, espérame que tengo unas llamadas perdidas, ve pidiendo la carta para ordenar. -Mírame, que no la tienen física, suspende ahí y escanea el código QR, – ¿Aquí tienen wifi?, ¡Necesito conectar el teléfono para responder un correo urgente!…

Así comienza el reencuentro entre dos amigos que solo pudieron verse para almorzar en un día laboral cualquiera. Conversaciones interrumpidas, teléfonos sobre la mesa, misiles informáticos en formas de ring tones y palabras que van al cerebro todos a la vez.

¿Hablamos de la importancia de cultivar la atención, hacer la pausa y bajar la prisa?

Son otros tiempos, transitamos en un mundo hiper conectado, sobre estimulado y veloz, la evolución tecnológica cuenta hoy con una alta capacidad de producción de contenido digital para todos los gustos, el algoritmo virtual pareciera estar programado para escuchar nuestra voz o leer el pensamiento develándonos al instante necesidades insospechadas que nos quitan el tiempo; Agentes distractores que asechan la cotidianidad y que gestionamos en espacios y horas no adecuadas, contestar correos, mensajes, llamadas, ver publicidad, leer grupos de chats o redes sociales mientras se conversa frente a frente con el otro, estando en clase, en la reunión de la empresa o con tu pareja, sin duda constituyen una falta de respeto y una perdida de atención que no debe nunca normalizarse.

Es un reto, ¿Queremos ir evolucionando con vidas divididas entre la virtualidad y la presencialidad al mismo tiempo?, estamos o no estamos, tal vez pasamos por alto aquello de que no fuimos diseñados con el don de la omnipresencia y que este panorama solo propicia cuadros de impaciencia, ansiedad, consumos excesivos, adicciones, pérdida de tiempo y de enfoque.

Volvamos a las prácticas saludables, a la urgencia de la pausa y de poner foco en una sola cosa a la vez, el estar aquí y ahora nos exige concentración, organización y método, acciones que dan como resultado un uso efectivo del tiempo, por otra parte, dicen que la atención es la caricia más hermosa, ofrecerla requiere práctica y decisión, también es una cortesía que insinúa educación, valor y respeto para quien nos habla o nos necesita, dispongámonos corporalmente mediante un contacto visual ininterrumpido, un silencio prudente y una atenta escucha que nos ayudará a descubrir detalles inadvertidos, sorpresas inesperadas implícitas en el mensaje que recibimos, todo esto para establecer una construcción verbal fluida, conectada, enriquecida y presente como retribución.

En estos tiempos fugaces bajar la prisa de los días no es otra cosa que establecer un equilibrio saludable en nuestros ritmos de vida, del afán solo nos queda desatención y cansancio. 

Por la prisa se nos pierden los detalles y la capacidad de sorprendernos, cada día encontraremos la belleza en la pausa y cada instante nos requiere de atención para que se desprendan aptitudes como el cuidado, la curiosidad, el entendimiento y el esmero.

No olvidemos que nuestro cerebro está hecho para atender una sola cosa de la mejor manera posible y que los grandes logros del ser humano han sido basados en plena atención única, esta es una realidad que no cambiará naturalmente. Cultivemos la atención y hagamos el llamado, no hacerlo sería una elección de rebeldía y de una impresentable comunicación no verbal.

Dime lo que atiendes y te diré quién eres.

Opinión:

Christian Castro López

@chrisarquitecto