25 April, 2024
Historia Rionegro

Yirley Viviana y Ángel; La ilusión de dar vida fue más fuerte que la muerte

Yirley Viviana y Ángel; La ilusión de dar vida fue más fuerte que la muerte
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Eran aproximadamente las 4 de la tarde del 28 de marzo, mientras el sol comenzaba a aparecer después de un tremendo aguacero en la sala de partos de la clínica El Rosario de El Poblado, se oye el llanto de un recién nacido. Este es el segundo hijo de Yirley Viviana García, una ingeniera civil de 31años que un acto de amor y de extrema valentía puso la vida de su bebé por encima de la suya.

Yirley Viviana, fue una rionegrera que toda su vida residió en la vereda La Laja. Su padre Orlando Arbeláez, su madre Adriana García, su esposo Francisco Echeverry y su pequeño hijo, eran sin duda alguna, el motor de su vida.

Hace aproximadamente un año, Viviana recurrió al médico por un fuerte y constante dolor de cabeza que la tenía atormentada por esos días, luego de practicarle una tomografía se le diagnosticó que tenía un tumor alojado en el cráneo. El cual, debía ser extirpado lo antes posible.

Con el mismo valor que había enfrentado la vida hasta ahora, enfrentó esta difícil situación. Fue sometida al procedimiento quirúrgico y posteriormente a un proceso de quimioterapia, en los cuales, se logró extraer gran parte del tumor y frenar el avance de la metástasis.

Su recuperación, aun después de haber estado internada en la UCI, avanzaba a pasos de gigante.  Aferrada a la vida y embriagada por el néctar de una nueva oportunidad, acudió a una cita de control en la que por esos azares contradictorios y hermosos de la vida, se le informó que se encontraba en estado de gestación.

¿Qué hacer? Continuar con su tratamiento de quimioterapias, el cual, por obvias razones afectaría su proceso de gestación o vivir su embarazo en completa normalidad, aún cuando esto significara probablemente su muerte.

Su familia fue insistente en la idea que tendría otras oportunidades para ser madre, que por ahora lo mejor era continuar con el tratamiento, sin embargo, ya sea por una corazonada, por un instinto de amor maternal o por la convicción férrea que siempre la había caracterizado, decidió sin importar las consecuencias continuar con su embarazo.

Los primeros seis meses de gestación, fueron quizá los más felices de su vida. compartiendo con su familia y con su pequeño que desde el vientre le transmitía esa sensación indescriptible de estar creando vida.

No obstante, con el tiempo volvió aparece el mismo dolor de cabeza, el cual, termino por regresarla a la UCI de la clínica del Rosario. El panorama era desalentador. Inicialmente se le dieron 24 horas de vida luego 36 y luego 48.

Sin embargo, a Viviana esto poco le importó, aun entubada y en completo estado de inconciencia el amor de una madre se sobrepone a cualquier dictamen médico y científico.

Esta incesante lucha del día a día transcurrió poco menos de un mes, y por fin pasadas las 29 semanas necesarias para que el bebé naciera en buenas condiciones, se realizó el procedimiento para que, Ángel, el fruto de una incansable lucha de amor y valentía, viera la luz.

Minutos después Viviana fue desconectada y murió. Sin embargo, con toda seguridad desde el cielo seguirá velando y cuidando de su pequeño.