Una historia digna de contar y que demuestra que en el mundo todavía hay gente buena. Un habitante de calle se encontró una billetera con documentos y dinero y viajó desde Medellín hasta Rionegro solo para devolvérsela a su dueña.
Entre Ceja y Ceja habló con la mujer que protagoniza esta historia, una habitante del barrio El Porvenir que el pasado 13 de mayo viajó a Medellín a pasear con su familia por la Comuna 13.
Entre los ires y venires del viaje, la mujer perdió su billetera con documentos personales, dinero en efectivo y tarjetas. Preocupada por lo ocurrido y sin esperanza de encontrarla regresó a Rionegro y justo cuando estaba realizando los trámites para bloquear las tarjetas recibió una llamada de un hombre identificándose como Juan Carlos quien aseguró tener su billetera la cual se encontró cerca a un basurero de la estación Exposiciones del Metro. El hombre estaba llamando desde un minutero.
“Me llaman al celular y me dicen señora yo tengo en mi poder la billetera. Hablamos y le dije que vivía en Rionegro. Me dijo que él había vivido en Cuatro Esquinas y que en algún momento había trabajado en Bancolombia. Que no tenía ningún problema en desplazarse para acá y nos encontramos en la terminal”, dijo la mujer.
Don Juan Carlos que actualmente es habitante de calle se subió a una aero vans hacia Rionegro pero sin dinero para pagar el pasaje: “me llama un conductor y me dice que hay un hombre que necesita ir a Rionegro a entregar unos documentos pero que no tiene plata. Que usted debe pagar el pasaje. Yo le digo que perfecto, que yo asumo el costo de ese pasaje”.
Tras varios minutos de espera, por fin, el transporte público arribó a la terminal de transporte de Rionegro, la mujer se dirigió a la zona y efectivamente se encontraba Juan Carlos junto a dos agentes de policía.
“Yo les dije a los policías que el señor no había hecho nada. Simplemente tuvo el gesto hermoso de devolverme mi billetera que había extraviado en Medellín”.
La mujer le agradeció a don Juan Carlos por el bien que hizo, y por el tremendo gesto de honestidad que mostró al viajar sin dinero desde Medellín a Rionegro solo para entregar algo que se encontró y que no le pertenecía.
“Tenía unos ojos divinos y se expresaba de una manera hermosa. Le agradecí, me devolvió la billetera la cual estaba intacta le pagué el pasaje al conductor (…) Juan Carlos fue angelito que Dios me mandó, lo bendigo y le oro al señor para que un día no muy lejano pueda volver a integrarse a la sociedad porque me di cuenta que había tenido su familia y su hija que ya no está. Era una persona preparada pero se dejó llevar por la droga pero eso no le quita que sea una persona hermosa”.
