El expresidente Álvaro Uribe Vélez visitó el corregimiento de San Antonio de Prado, en Medellín, donde fue recibido por un grupo de personas que lo cuestionaron por su presunta responsabilidad en los casos de ‘falsos positivos’ ocurridos durante su gobierno. Uribe se acercó a los manifestantes y les dijo que él había dado la orden de desmontar a los paramilitares, debilitar a la guerrilla y ampliar la cobertura en salud. Además, denunció que sus opositores políticos se habían robado la ciudad y que él tenía que ayudar a recuperarla.
Los hechos ocurrieron el domingo 10 de septiembre, cuando Uribe llegó al corregimiento acompañado de varios candidatos a concejales y juntas locales. Allí se encontró con una pancarta que decía “¿quién dio la orden?” y con grafitis ofensivos en la puerta de la iglesia. El exmandatario se dirigió a los ciudadanos y les preguntó si tenían pruebas que lo vincularan con violaciones de derechos humanos o con los ‘falsos positivos’, que son los asesinatos de civiles inocentes cometidos por el Ejército Nacional para presentarlos como guerrilleros abatidos.
Uribe afirmó que él había dado la orden de sacar a 27 altos militares por descuidos que facilitaran estos crímenes, que son investigados por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), creada tras el Acuerdo de Paz de 2016 entre el Gobierno y las Farc. Asimismo, acusó a sus adversarios políticos de pertenecer al Pacto Histórico, una coalición liderada por el senador Gustavo Petro, y al alcalde de Medellín, Daniel Quintero, de haberse robado la ciudad.
El expresidente publicó un video en su cuenta oficial de X (Twitter) donde mostró su enfrentamiento con los manifestantes y expresó su rechazo a las acusaciones en su contra. “No vamos a cederles un milímetro de nuestra ciudad, se la robaron y tenemos que ayudar a recuperarla”, concluyó.
La visita de Uribe generó diversas reacciones en las redes sociales, donde algunos usuarios lo apoyaron y otros lo criticaron. Algunos lo calificaron como un héroe y otros como un paraco. Los familiares de las víctimas de los ‘falsos positivos’ siguen exigiendo justicia y verdad sobre lo ocurrido durante el gobierno de Uribe, que se extendió entre 2002 y 2010.
