¿Qué importancia tiene un padre en la vida de un hijo? ¿Por qué para nuestra cultura pareciera no ser relevante el papel del padre dentro de un hogar?
En el mes de mayo se celebra con mucha fuerza el día de la madre, y muchas personas expresan: ¡madre solo hay una, padre es cualquier sin vergüenza! Pero el día del padre, pareciera ser menos relevante y pasa desapercibido.
Los niños que crecen con padres ausentes son más propensos a desarrollar problemas de conducta, fruto de su sentimiento de abandono, miedo e inseguridad.
Para la psicología, de la madre viene la seguridad y del padre la autonomía, y la ausencia de este último, puede influir según la doctora María Roldán en que algunas personas lleguen a ser desconfiadas, a tener depresión y a ser impulsivas.
Pero el problema es que hay muchos padres que, aunque están presentes físicamente están ausentes de la configuración del mundo de sus hijos, ya sea por distanciamiento emocional o por barreras creadas de ambas partes. La madre es el puente entre el niño y el mundo, y en ocasiones estás ponen a sus hijos en contra de sus padres, hablándoles mal de ellos, desdibujándolos, sin darse cuenta que el daño es para el niño quién tendrá problemas de seguridad, identidad y vacíos que incidirán a lo largo de su vida.
Cuantos niños y niñas que han crecido sin su padre, cargan consigo un gran temor al abandono, una inseguridad que no les permite sentirse dignos de amor, una sensación de que algo está mal en ellos y cargan con la culpa de sentirse responsables por su ausencia.
Pero hay un gran reto para todo hombre que puede engendrar vida biológicamente; y es dar vida anímica, emocional y espiritual a sus hijos. Hay muchos machos, pero pocos hombres que con valor y responsabilidad dicen: ¡Hijo aquí estoy para ti! ¡Cuenta conmigo! Y como un gran acto de amor, son capaces de renunciar a su egoísmo y comodidades, para brindar las mejores condiciones de vida a quienes más que una carga son un regalo: ¡los hijos!
Hago un llamado a quienes tenemos la fortuna de ser padres, a que asumamos con entereza, entrega y renuncia tan magnánima labor; ¡Qué feliz es un hijo cuando tiene a su lado al padre!¡Se le nota! Invito a que juntos revindiquemos el lugar del padre y que enseñemos a los hijos a valorarlos, quererlos, perdonarlos y aceptarlos a pesar de sus limitaciones y falencias.
¡Ojalá cada vez hallan más padres presentes y menos ausentes, que ayuden en la construcción de una mejor sociedad del cuidado que facilite las condiciones para un desarrollo armónico!
Cristian Duque – Opinión
