Hasta ahora estamos viviendo la jornada de lluvias y ya ha dejado estragos por varias zonas del territorio de Antioquia, como en el Valle de Aburra, como también en el Retiro, Montebello, entre otros.
Después de una escasez de agua en las represas que ponía en velo una crisis energética, ahora vemos que estamos entrando en una posible crisis por las lluvias.
Como dato curioso; Colombia es el país que mas llueve por su posición geográfica y su selva tropical; así que vaya comprando una sombrilla si no la tiene para estas temporadas.
¿Pero Antioquia estaba preparada para el fenómeno de la niña? Un informe por parte del Gobierno Nacional indica que 85 de 125 municipios se encuentran en riesgo de deslizamientos ocasionadas por las lluvias. 16 de estos se encuentra en alerta roja como Medellín, Girardota, Turbo, Apartado, Arboletes, Carepa, Chigorodó, Mutatá, Necoclí, San Pedro de Urabá, Andes, Pueblorrico, Betania, Caucasia, el Bagre y Nechí.
Espero que el presidente Petro no declare otro día cívico en respuesta a la crisis por el fenómeno de la Niña y si genere acciones pertinentes para mitigar los daños acarreados por este fenómeno.
Es importante señalar que cada año sufrimos el fenómeno de la Niña en el que pone en riesgo la infraestructura, las vías de acceso, las viviendas, el sector agrícola, los vuelos, entre otros, y cada año viene con más fuerza por culpa del cambio climático; y no es un tema que cae como sorpresa a los mandatarios.
Estar preparados para las lluvias no es solamente tener en alerta a los cuerpos de bomberos, que por cierto algunos municipios ni siquiera han firmado contrato con ellos, sino generar política de prevención, como mejoramiento de alcantarillado, diques de ríos y mejores carreteras. Este plan debe ir articulado con acciones colectivas intermunicipales con la ayuda del Gobierno Departamental y Nacional.
Hasta ahora las nuevas administraciones locales y departamental están viviendo el fenómeno de la Niña y el camino que se debe de recorrer sera arduo, mas aun cuando el presidente Petro se hace el ciego frente a la responsabilidad que tiene el Gobierno con la infraestructura de Antioquia.
Debe de existir una articulación de las entidades para mitigar los daños por otro lado el sentido común de la comunidad, en no arrojar basura en las calles generando taponamiento en el alcantarillado o la tala de árbol desenfrenada aumenta más la crisis.
Solo espero que los políticos no nos inunden con promesas utópicas y verdaderamente actúen para salvaguardar los ciudadanos de los daños que puedan traer las lluvias.
Opinión
Cristian Salcedo
