Este jueves culminaron oficialmente los homenajes póstumos al maestro Fernando Botero en Medellín, después de que el féretro fuera expuesto en el Museo de Antioquia, una eucaristía fúnebre en la Catedral Metropolitana fue el cierre de la gran despedida de los paisas a su coterráneo.
El cuerpo del maestro, desde el miércoles 27 de septiembre desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, estuvo en cámara ardiente en el Museo de Antioquia, lugar donde reposa la colección de obras y el legado más grande del maestro en todo el mundo.
La sala Concejo del museo fue el lugar escogido para llevar a cabo la cámara ardiente, donde tan solo en las 3 primeras horas ingresaron más de mil doscientas personas que conocen y recordarán por siempre el legado de Botero.
La eucaristía solemne fue presidida por el arzobispo de Medellín, Ricardo Tobón. Durante su homilía Tobón, homenajeó al maestro afirmando que era el escultor de lo bueno y lo malo que tuvo Colombia durante las últimas décadas del siglo XX y los primeros años del siglo actual.
Finamente, los restos de Botero Ángulo fueron cremados en Bogotá y se espera que en las próximas horas la familia viaje con sus cenizas hacia Pietrasanta Italia, donde finalmente reposaran al lado de la tumba de su esposa Sophia Vari.
