Los animales son sin duda las principales víctimas de los irresponsables que manipulan pólvora durante las fiestas decembrinas.
Pese a las campañas que año tras año entidades públicas realizan para el no uso de los artefactos pirotécnicos, estas parecen quedarse en el limbo.
En esta oportunidad Entre Ceja y Ceja conoció el trágico suceso ocurrido a una familia de zona rural del municipio de Rionegro, que fueron testigos de la muerte de Luna, su amiga amiga fiel a causa de los estallidos de la pólvora.
El hecho se presentó en la madrugada del 1 de diciembre, durante la tradicional alborada. Debido a los estallidos de la pólvora a Luna se le estalló su corazón por el ataque de pánico que sufrió por las detonaciones.
“Cuando será que estos malnacidos van a entender las repercusiones de la pólvora sobre los más indefensos. Perdonen mis palabras, pero es que la rabia y el dolor que tengo en el alma es inmenso”, afirma la ama de Luna.
Y es que los expertos indican que, La mayoría de los animales perciben los sonidos de manera más fuerte. Puede equivaler al doble o el triple de la forma en la que lo hacemos los humanos porque ellos tienen un oído más sensible. Esto hace que durante la temporada de Navidad se vean afectados con el uso de la pólvora.
Cuando se escuchan las detonaciones, los humanos sabemos que se trata de pólvora, pero ellos no entienden qué está pasando. Simplemente sienten los sonidos fuertes como una amenaza y pueden sufrir episodios de estrés y ansiedad.
