Ante la vista de todos los internautas, veíamos la imagen en el que presuntamente el presidente Gustavo Petro andaba tomado de la mano con una mujer, en pleno centro de Panamá.
Esta noticia seguía creciendo hasta llegar a medios internacionales, incluso, el presunto presidente de Venezuela y amigo íntimo de Petro; Nicolas Maduro, se burlaba de este suceso, mientras que el Gobierno intentaba aparentar como si fuera unmontaje, incluso hasta pedir colaboración de la implicada, presentadora trans; Linda Yepez.
Todos estos esfuerzos fueron inútiles puesto que el mismo presidente Petro tuvo que escribir en un trino que no se metiera en su vida privada.
¿pero realmente debería ser privado el lio de faldas o pantalones de Petro en Panamá?
Este hecho ocurrió en Panamá, en una visita oficial del Presidente Petro, estaba como Jefe de Estado, representando los intereses de Colombia; tan importante este hecho que en la posesión del Presidente de Panamá, José Raúl Murillo; habló sobre el cierre del tapón del Darién, zona fronteriza entre Panamá y Colombia, esto nos genera un incremento de migrantes en nuestro territorio, como en Necoclí, Apartado, Turbo, entre otros municipios de Antioquia. Sin embargo, en vez de buscar una solución inmediata con el Gobierno de Panamá, prefirió supuestamente tirarse una canita al aire.
En este viaje de “Trabajo” que se encontraba el Presidente como Jefe de Estado, se le paga la comida, transporte, dormida y hasta los antojos que desea. Y todo esto sale de nuestros impuestos, es más; cuando el mandatario sale del país, se les da un dinero extra por comisionar y a toda su comitiva con quien viaja.
Y aunque la Procuraduría regañó a la Primera Dama, Verónica Alcocer por estar viajando por todo el mundo en nombre del Gobierno con viáticos pagados de nuestros impuestos; esto no quiere decir que se pueda montar en el mismo avión que se va el presidente, dormir en el mismo hotel, en la misma cama. Todo esto con la intención para que el Presidente no esté buscando lo que no se le ha perdido. Con la finalidad de no crear un escándalo de escala internacional, en el que la representación del país cae en la burla de todos.
Si el Presidente quería privacidad, debió pedir las tres semanas de vacaciones anuales que le corresponde y viajar a donde quiera y estar con quien quiera, pero con el dinero del bolsillo de Petro, má no con la plata de nuestros impuestos, que cada año nos saca más y más.
Y si quería más privacidad, pues debió no entrar en la política; a la final, Gustavo Petro y Verónica Alcocer atacaban cualquier aspecto personal de Ivan Duque y de su esposa, solo por el vestir.
¿Será que Petro se arrepiente en mover las líneas éticas?
Opinión: Cristian Salcedo
*Esta opinión no compromete la línea editorial de este medio de comunicación. En Entre Ceja y Ceja respetamos las diversas opiniones y formas de pensar en el país.