Gran preocupación ha generado en el país la decisión dada a conocer por la EPS Sura en la mañana de este martes 28 de mayo en la que anunciaron que le solicitaron a la Superintendencia Nacional de Salud su retiro del sistema de salud colombiano.
La difícil situación financiera que atraviesa la EPS la obligó a tomar una de las decisiones más graves de los últimos tiempos en el sistema de salud colombiano, pues afecta directamente a más 5 millones de afiliados en Colombia, y más de 3 millones que están en Antioquia.
Pese a lo crítica situación, instantes después de conocerse la decisión, Sura comenzó a comunicarse vía correo electrónico con sus usuarios tratando de dar un parte de tranquilidad.
“Continuamos siendo tu EPS, no tienes que trasladarte, seguiremos entregando nuestro servicio con la calidad y responsabilidad que nos ha caracterizado, hasta que contemos con las disposiciones del Gobierno Nacional”, dijo SURA.
En otras palabras, todos los servicios de la EPS Sura se mantendrán hasta el día que el Gobierno decida autorizar el programa de desmonte presentado. Para dar respuesta a esta solicitud, la Superintendencia de Salud tiene un tiempo de 65 días hábiles.
Ahora bien, el plan que tiene la EPS tal cómo lo anunciaron en la rueda de prensa, es que el desmonte de la EPS será de manera progresiva con el fin de generar el menor desbalance posible en el traslado de los usuarios a otras entidades.
Mientras esto ocurre se fue enfático en que los servicios continuaran prestándose de la manera más normal posible.
“Hemos sido responsables con una decisión que no es fácil y que busca proteger a los afiliados. Queremos hacer una entrega ordenada para que los afiliados sigan siendo atendidos”, explicó Pablo Fernando Otero, gerente de la EPS Sura.
