La Nasa culmina hazaña: Muestras de un gigantesco meteorito podrían desvelar el origen de la vida
La cápsula Osiris-Rex de la NASA surcó la atmósfera terrestre a una velocidad vertiginosa, retornando con un tesoro del espacio: polvo del asteroide Bennu, una colosal roca que puede revelar los secretos del origen de la vida en nuestro planeta.
En una arriesgada maniobra de aterrizaje en Utah, EE.UU., la cápsula trajo consigo fragmentos de Bennu, un asteroide montañoso más antiguo que nuestro sistema solar. «Estamos rastreando nuestros orígenes», afirma el profesor Dante Lauretta, líder de la misión.
Estos fragmentos podrían proporcionar pistas cruciales sobre cómo se formó la Tierra y de dónde provienen los elementos básicos de la vida. La teoría principal sugiere que los componentes esenciales para la vida llegaron en una lluvia de meteoritos, muchos parecidos a Bennu.
Este hito, tras siete años y 7.000 millones de kilómetros, abre una ventana única para entender nuestro pasado cósmico y la posibilidad de vida en otros rincones del universo.
