En la mañana de este jueves 28 de septiembre, se llevó a cabo la despedida final al maestro Fernando Botero en la Catedral Basílica Metropolitana de Medellín. Sus hijos, familiares, amigos, representantes del campo cultural y académico de la ciudad, con el gobernador Aníbal Gaviria Correa, gabinete departamental y con el público en general, se llevó a cabo esta ceremonia que marcó un adiós al artista más grande que tuvo Colombia en su historia.
Durante la misa solemne, el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa, anunció que para continuar honrando la memoria del maestro Fernando Botero nueve instituciones educativas, una en cada una de las nueve subregiones de Antioquia, recibirán el nombre del maestro Botero.
Pero además, el mandatario destacó que el intercambio vial que se empezará en octubre en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro (donde confluyen varias de las más importantes vías del Oriente antioqueño: conexión Túnel de Oriente, vía Las Palmas y Santa Elena, vía Guarne – Aeropuerto y vía Llanogrande – Aeropuerto), también recibirá el nombre del maestro.
También se impulsará que el nuevo centro de eventos y convenciones internacionales del Oriente antioqueño, que se construirá a futuro, reciba el nombre de maestro. “Como Gobernador de Antioquia, en conjunto con los alcaldes del Valle de San Nicolás, y a través de la RGP -de la Región Aeroportuaria- y en conjunto con la empresa privada, vamos a impulsar (y espero que esté listo antes de finalizar este año) un acuerdo de intención para la construcción de este gran centro de eventos”, dijo.
“Creo que sí, ya el maestro debe haber llegado allá, y debe estar compartiendo con artistas de todos los lugares y de todas las épocas, ya me imagino pintando esa gloria única, o pintando una Capilla Sixtina absolutamente increíble, única, pero creo que además puede ser que en los próximos días levantemos los ojos al cielo y veamos entre las nubes abultadas, singulares, únicas, figuras gigantes de gatos, de caballos, de mujeres, de hombres, inconfundibles Boteros. Y que al final de ese día y esa tarde el maestro cierre con una invitación: ragazzi facciamo una festa; hagamos una fiesta, la fiesta de la vida”, precisó Gaviria.
