Fernando Botero, el genio del arte colombiano que creó un estilo único y universal
El mundo del arte está de luto por la partida de Fernando Botero, el pintor y escultor colombiano que se hizo famoso por su estilo único y original, caracterizado por la exaltación del volumen y la deformación de las formas. Botero falleció el 15 de septiembre de 2023 en Mónaco, a los 91 años de edad, dejando un legado artístico incomparable y una huella imborrable en la cultura universal.
Nacido en Medellín el 19 de abril de 1932, Botero fue un artista autodidacta que desde muy joven mostró su talento y su pasión por el arte. Sus primeras ilustraciones fueron publicadas en el periódico El Colombiano cuando tenía solo 16 años, y con el dinero que ganó pudo viajar a Europa, donde se formó visitando museos y copiando a los grandes maestros del Renacimiento italiano, como Mantegna, Piero della Francesca y Leonardo da Vinci.
Su obra abarca diversos temas y géneros, desde la religión, la política, la tauromaquia y la vida cotidiana, hasta los desnudos, las naturalezas muertas y los homenajes a otros artistas. Su estilo se ha definido como realismo mágico, neo-figurativismo o boterismo, pero él siempre afirmó que no pertenecía a ninguna corriente o escuela, sino que buscaba crear un arte propio e independiente.
Botero fue un artista prolífico y versátil, que trabajó tanto la pintura como la escultura y el dibujo. Sus obras se han exhibido en los museos más prestigiosos del mundo, como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Reina Sofía de Madrid, el Centro Pompidou de París y el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio. También ha donado más de 200 obras a su país natal, que se pueden admirar en el Museo Botero de Bogotá y en la Plaza Botero de Medellín.
Entre sus obras más famosas se encuentran La Mona Lisa (1959), una versión humorística y voluminosa del famoso retrato de Da Vinci; La familia presidencial (1967), una sátira política que causó controversia en Colombia; Los músicos (1979), una escena festiva con personajes típicos de su país; La muerte de Pablo Escobar (1999), una serie de pinturas que retratan el final del narcotraficante; y Abu Ghraib (2005), una denuncia de las torturas sufridas por los prisioneros iraquíes.
Sus obras se han cotizado entre los dos y los cuatro millones de dólares en las subastas internacionales, lo que lo convierte en uno de los artistas latinoamericanos más valorados del mercado. Su obra más cara hasta la fecha es Bailarines (1979), un óleo sobre lienzo que se vendió por 5.612.500 dólares en Christie’s Nueva York en 2018.
Botero fue un artista comprometido con su tiempo y con su cultura, que supo plasmar con maestría y originalidad su visión del mundo. Su obra es un testimonio de su genialidad y de su sensibilidad, que trasciende las fronteras y las épocas. Su legado es una fuente de inspiración y admiración para las generaciones presentes y futuras.
