Por alzas en la gasolina gremio de taxistas saldrá a paro
En medio de crecientes tensiones, las ciudades colombianas de Bogotá, Medellín, Cali y otras más, están a punto de enfrentar otro paro de taxistas el próximo miércoles 9 de agosto. La convocatoria del paro surge como respuesta a los constantes aumentos en el precio de la gasolina que han estado afectando a los conductores de taxi en todo el país. Actualmente, el valor del combustible experimenta un incremento de 600 pesos cada mes, llegando a un promedio de $13.592 por galón.
El Gobierno Nacional ha justificado el aumento en el precio de la gasolina como una medida destinada a reducir el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles. Sin embargo, esta medida ha suscitado una gran indignación entre los taxistas, quienes aseguran que la situación se ha vuelto insostenible para ellos y para sus medios de subsistencia.
La principal demanda de los taxistas radica en una promesa que el presidente Gustavo Petro hizo durante su campaña: establecer tarifas diferenciales para el gremio. Los conductores insisten en que el presidente debe cumplir su palabra y tomar medidas concretas para aliviar la creciente presión económica que enfrentan.
El Gobierno ha propuesto aumentar las tarifas que pagan los pasajeros como una solución al problema, pero los taxistas rechazan esta propuesta argumentando que solo transferiría la carga económica a los usuarios, lo que a su vez afectaría la demanda del servicio de taxi. A pesar de una ronda de negociaciones entre el gremio de taxistas y el Gobierno nacional, encabezada por el ministro de Transporte, William Camargo, aún quedan asuntos pendientes por resolver. El ministro ha informado que durante las conversaciones se abordaron 17 puntos, pero algunos de los temas centrales aún no han sido resueltos a pesar de algunos avances logrados.
Con la fecha del paro acercándose rápidamente, la incertidumbre crece en las principales ciudades colombianas. Los taxistas mantienen su determinación de llevar a cabo el paro en busca de un cambio significativo en la política de precios de la gasolina y en la implementación de tarifas justas que no perjudiquen a los conductores ni a los usuarios. Las autoridades y el gremio siguen en un proceso de negociación en un intento por resolver las diferencias antes de que el paro se lleve a cabo.
