La salud mental es un aspecto fundamental de nuestro bienestar. Una buena salud mental nos permite manejar el estrés, las relaciones interpersonales, el trabajo y otros aspectos de nuestra vida diaria. Sin embargo, la salud mental también puede ser frágil y estar expuesta a una variedad de factores que pueden afectar nuestra calidad de vida.
Es importante tener en cuenta que la salud mental no es algo que se pueda medir fácilmente, como la salud física. Es posible que una persona parezca estar bien, pero en realidad esté luchando con problemas emocionales internos. Por lo tanto, es importante prestar atención a las señales de alerta que indican que una persona podría estar pasando por dificultades emocionales.
En nuestra comunidad, es posible que algunas personas estén enfrentando problemas de salud mental, como la ansiedad, la depresión, el estrés, el consumo de sustancias psicoactivas, etc. Estos problemas pueden ser causados por una variedad de factores, como la presión en el trabajo, disfuncionalidad en las relaciones, la soledad, la falta de apoyo social o el trauma.
Es importante reconocer que buscar ayuda para la salud mental no es una señal de debilidad. En cambio, es una muestra de fortaleza y coraje pedir ayuda cuando se necesita.
Para este propósito es indispensable motivar el fortalecimiento de los programas de educación, atención y prevención de la salud mental, incentivar la atención y orientación psicológica de forma gratuita, el mejoramiento de la red de servicios de salud mental y el fortalecimiento de la infraestructura y los recursos humanos en los centros de salud, hospital y clínica e impulsar la formación y apoyo al apoyo para el Cuidadores.
La seguridad es otro aspecto importante de nuestra vida diaria. La seguridad no solo se refiere a la prevención del crimen, sino también a la protección contra el riesgo de lesiones y accidentes. En nuestra comunidad, es importante tomar medidas para garantizar que todos puedan sentirse seguros y protegidos en su entorno.
Es posible que haya personas en nuestra comunidad que se sientan vulnerables o inseguras. Para fortalecer la seguridad como derecho fundamental deberíamos apostarle a promover el aumento de policías y la presencia en los barrios, apoyar los programas de prevención del delito, la cultura de la denuncia y el fortalecimiento de patrullas comunitarias, incentivar el aumento del sistema de cámaras de vigilancia en los barrios con respuesta oportuna de las autoridades y promover con el Gobierno local la participación ciudadana en los consejos de seguridad.
En conclusión, la salud mental y la seguridad son aspectos fundamentales de nuestra vida diaria y dos derechos que cada vez más están en vilo. En nuestra comunidad, es importante trabajar juntos para garantizar que todos puedan vivir de manera segura y saludable. Si necesita ayuda o conoce a alguien que necesita ayuda, no dude en buscar un profesional. Juntos podemos hacer de La Ceja un lugar más seguro y saludable para todos; en donde se pueda servir para sanar el Alma.
Por: Andrés Gaviria Yepes
Psicólogo, Esp. en Derechos Humanos y DIH
