100 años creando los billetes de los colombianos, esto es lo que lleva el Banco de la República el cual nació en julio de 1923. La entidad cuya función principal es regular la política monetaria del país ha pasado por altos y bajos a lo largo de un siglo.
En 1820 la naciente República de Colombia comenzaba a organizarse, por lo que aún no contaba con billetes que le ayudarán a soportar las transacciones económicas. En ese entonces, los únicos medios de intercambio eran las monedas de oro y plata.
Después de varios intentos, en 1880 el Estado creó el Banco Nacional, una institución que serviría para promover el crédito público y para encargarse de la emisión de billetes.
Sin embargo, la sobre emisión, la alta inflación y la crisis económica derivada por la Guerra de los Mil Días le pusieron el punto final a esta entidad, que terminó siendo liquidada en 1899.
Las dificultades económicas y el desorden monetario que experimentó el país a principios del siglo XX, pusieron en evidencia la necesidad de contar con una institución que permitiera darle solidez a la moneda local y al crédito.
Es aquí donde entra el nombre de Edwin Walter Kemmerer, el hombre que ayudaría a sentar las bases para la constitución de un nuevo banco central autónomo e independiente.
Todo se remonta a 1923, cuando el presidente en turno, Pedro Nel Ospina, invitó a una comisión de expertos y economistas encabezada por Kemmerer, quien ayudó a preparar la nueva normativa.
La máxima autoridad monetaria de Colombia fue creada en 1923 a través de la Ley 30 que expidió el Congreso para hacer frente a la situación económica compleja que atravesaba el país, consolidando el establecimiento de un verdadero sistema financiero nacional.
Desde su nacimiento la entidad experimentó varios cambios importantes en su labor por fortalecer la economía nacional y preservar el poder adquisitivo, entre los que se incluye una mayor incidencia por parte del Gobierno.
Actualmente, este organismo está conformado por siete miembros: el Ministro de Hacienda, el Gerente General de la entidad y cinco miembros de dedicación exclusiva, cuya responsabilidad es ejercer las funciones de regulación y control monetario.
