El territorio antioqueño es un destino apetecido enormemente tanto por extranjeros como por los mismos colombianos y en este 2022 su renacer turístico supero todas las expectativas. Así lo demuestran algunas de las siguientes estadísticas.
Las tasas de flujo viajero en el 2022 rompieron los índices esperados de ocupación hotelera, pues, según datos publicadas por Cotelco estos se incrementaron en más de un 73% con respecto a los porcentajes registrados en 2019. Además, se registraron alrededor de 15.000 prestadores de servicios turísticos activos en cámara y comercio.
Una última cifra relevante, gira entorno, a que en el año pasado el sector turístico represento un 4.8 % del producto interno bruto del departamento de Antioquia convirtiéndose en uno de los más altos del país.
Sin embargo, vale la pena dejar de lado los números y adentrarse en las causas reales del crecimiento de este sector.
Y es que desde el volcán de Arboletes hasta el páramo de Sonsón, desde el jardín Hidro botánico del Bajo Cauca hasta las cuevas del Resplandor en Jardín y desde el puente de occidente hasta las playas de Necoclí, cada rincón guarda un encanto único.
Su cultura, su gastronomía, su diversidad que incluye paramos, cerros, bosques, embalses, playas, ríos y museos son, sin duda alguna, un paraíso para trotamundos, aventureros, hippies y hasta raizales, que nunca se cansan de recorrer el territorio.
Y si bien, nuestros paraísos naturales son la base de este renacer, la riqueza y el atractivo mas grande que posee nuestro territorio es su gente. Ya sea mulato, afro, indígena, blanco, pescador, culebrero, arriero, artista o campesino, siempre reciben al foráneo con un calor y una calidad humana sin igual.
Finalmente, un plus importante para resaltar tiene que ver con que la apuesta de la gobernación de Antioquia es por un turismo sostenible, siempre optando porque los visitantes recorran el territorio de manera responsable y sin afectar el medio ambiente de nuestros destinos.