La carta que el papa Francisco le envió a una niña rionegrera
El 10 de octubre llegó a la casa de la familia Marín Urrego del municipio de Rionegro, un documento enviado desde el Vaticano. El emisor fue el papa Francisco y la receptora, una pequeña niña de siete años llamada María Belén. Por medio de un asesor, el alto jerarca de la iglesia católica le dedicó diez renglones para expresarle gratitud a la niña.
Las palabras están firmadas por el monseñor Luigi Roberto Cona y estuvieron acompañadas de un rosario que tiene el sello principal de la religión. El mensaje fue transportado en un sobre desde Roma, con el fin de hacerle saber a la menor que, el papel que le dirigió al papa en las primeras semanas de septiembre, arribó a su despacho.
Todo empezó en el 2021 cuando María Belén hizo la primera comunión. En medio de la celebración, ella le preguntó a su padre si podría enviarle una carta a Francisco. Tuvieron que pasar más de doce meses para que el sueño se le cumpliera: a puño y letra le expresó el aprecio que le tiene, también que lo tendría en cuenta en sus oraciones.
La misiva salió en un avión desde el oriente del departamento cuando un sacerdote cercano a la familia contó que saldría hacia Italia. Esa fue la oportunidad que encontraron para que la niña armara las frases que tenía preparadas desde 2021. Las letras las redactó con un lapicero y adjuntó una fotografía de los cinco integrantes de su hogar.
“Querido papa, soy María Belén. Tengo 7 años. El año pasado, en la fiesta de santa María Goretti, hice mi primera comunión. Ella es mi gran amiga que me ha ayudado a amar mucho a Jesús. Hace tiempo quería enviarte un saludo y decirte que te quiero mucho. Voy a rezar mucho por ti y por la iglesia”, garabateó la menor sobre el papel.
La carta que el sumo Pontífice le envió a la María Belén decía: “Con una cariñosa carta te has dirigido al santo padre haciéndole partícipe de tu fe y alegría al recibir por vez primera a Jesús sacramentado. Su santidad Francisco agradece mucho este gesto de cercanía y confianza, a la vez que te encomienda a nuestra madre del cielo para que te ayude a crecer en el amor a Cristo en la eucarística”, dice el papel.
Más abajo se descifra: “Con estos sentimientos, te imparte de corazón la implorada bendición apostólica, que complacido hace extensiva a tu familia, catequistas y demás seres queridos. Aprovecho la oportunidad para expresarte el testimonio de mi consideración y estima en Cristo”, concluyó el documento que dedicó el papa Francisco a una niña de siete años que vive en el oriente antioqueño.