
Con la respiración agitada de las mulas entre las montañas y el espíritu de antaño vivo en cada paso, desde el municipio de Abejorral partió una recua de arrieros rumbo a Salamina, Caldas, en una travesía que busca rendir homenaje a una de las tradiciones más arraigadas de la región: la arriería.
El recorrido, que comprende más de 40 kilómetros de caminos de herradura, une los departamentos de Antioquia y Caldas a través de las huellas de los antiguos arrieros, esos hombres recios que, con sus mulas cargadas, abrieron paso al desarrollo económico y cultural del país. La primera etapa los llevará desde Abejorral hasta Sonsón, cruzando por el histórico Puente de Rosarito y la ruta de Carrizales.
Pero este es apenas el inicio. El destino final será Salamina, a donde esperan llegar el próximo 3 de mayo, justo a tiempo para unirse a la celebración de los 200 años de fundación de este emblemático municipio caldense.
“Es demasiado importante arrancar esta travesía haciendo ese homenaje a nuestros arrieros, pero también para celebrar los 200 años del hermano municipio de Salamina», expresó con orgullo el alcalde de Abejorral, Manuel Guzmán. «Desde aquí, donde somos un pueblo de campesinos, trabajadores y arrieros, demostramos que rendimos tributo a nuestros ancestros, pero también que seguimos caminando con nuestra cultura y tradición a cuestas».
La caravana, que avanza al ritmo pausado pero constante de las mulas, pasará también por los municipios caldenses de Aguadas, Pácora y finalmente Salamina, llevando consigo no solo carga, sino historia, orgullo y un mensaje claro: el legado de los arrieros sigue más vivo que nunca.