¡Para nunca olvidar! Se cumplen 6 años de la tragedia aérea del Chapecoense
El 28 de noviembre de 2016 ocurrió la que es considerada una de las peores tragedias en el mundo del fútbol y quizás de las peores desgracias sucedidas en el Oriente Antioqueño.
La noche de ese día el avión que transportaba al humilde equipo del Chapecoense, se chocó contra un cerro en el municipio de La Unión. El saldo fue trágico, 71 personas murieron y tan solo 6 lograron sobrevivir: el periodista Rafael Henzel; dos miembros de la tripulación, Ximena Suárez y Erwin Tumiri y los jugadores Helio Neto y Jackson Follmann y Alan Ruschel (este último es el único que continuó su carrera futbolística).
¿Qué ocasionó la tragedia?
La tarde de aquel lunes El vuelo LaMia 2933 despegó de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, con 77 personas a bordo entre los que estaban periodistas, plantel deportivo, jugadores y hasta aficionados, se dirigían al aeropuerto José María Córdova de Rionegro. El equipo que hasta ese momento era casi un desconocido, venía a disputar la final de ida de la Copa Sudamericana contra el Atlético Nacional, partido que se disputaría el 30 de noviembre de ese año en el Atanasio Girardot y que nunca se llevó a cabo.
El avión tendría que haber aterrizado entrando la noche sin embargo eso nunca ocurrió, por el contrario los diferentes medios de comunicación comenzaron a informar la desaparición de un vuelo. Al final, comenzando la madrugada se confirmó la desgracia, el avión del equipo se había estrellado.
Meses después, la investigación oficial reveló que la causa del accidente fue la falta de combustible, el avión tuvo que haber hecho por lo menos una escala más para abastecerse, y esto nunca sucedió. Pero por detrás hay una ristra de negligencias. Y lo que quedó, un lustro después, fueron familias en búsqueda de culpables, desolación y un club ahogado en deudas, que después de 6 años ha logrado tener resiliencia y renacer pero nunca olvidando a los que se fueron esa noche.
Lo que es cierto es que el 28 de noviembre quedó marcado en la memoria de los habitantes del Oriente Antioqueño, al punto que casi todos recuerdan qué estaban haciendo en el momento en el que se enteraron de la trágica historia del Chapecoense.
