“Como el valle de San Nicolás está creciendo tanto, entonces hay que hacerle otra represa” mencionó Jorge Londoño de La Cuesta, Gerente de EPM, ante el crecimiento tan acelerado de la región y el suministro de agua potable que se debe brindar.
Se estima que para el 2050 los Valles de San Nicolás y Aburrá necesiten de dos metros cúbicos por segundo más de los 9.4 metros cúbicos por segundo que hoy se distribuyen. El proyecto de crear un nuevo espejo de agua en la cuenca del Río Piedras que se encuentra entre los municipios de la Ceja y La Unión, hoy es solo una idea que contempla la empresa de servicios públicos y que tiene sobre la mesa para realizar estudios.
Víctor Manuel Herrera, Jefe de Gestión de Infraestructura Agua y Saneamiento de EPM, explicó que no hay fecha específica para la operación “toda vez que dependerá de la demanda y de la forma que copemos el suministro con alternativas más económicas y viables”.
Esta alternativa de EPM se da como búsqueda de un apoyo a la represa La Fé la cual además de surtir a Rionegro y otros municipios vecinos, suple del líquido a la zona sur del Valle de Aburrá. Por su parte Fabio Ríos, director de MASORA, Municipios Asociados del Altiplano del Oriente Antioqueño, mencionó que el proyecto, aunque no tenía conocimiento, es positivo para la región “ojala se pueda abastecer de agua potable el Oriente y no sea como cuando se hizo La Fe, que se pensó para abastecer esta región y hoy vemos que lo hace es con un gran porcentaje del Valle de Aburrá”.