Sellan el ataúd del papa Francisco en ceremonia privada

Con el féretro ya cerrado, todo está dispuesto para el funeral solemne que se celebrará mañana, sábado 26 de abril, a las 10:00 a. m. en la Plaza de San Pedro. La misa será presidida por el cardenal Giovanni Battista Re y reunirá a más de 130 delegaciones internacionales, entre ellas jefes de Estado, líderes religiosos y monarcas.
En la noche de este viernes, a las 8:00 p. m. hora local, el Vaticano llevó a cabo uno de los actos más solemnes y reservados tras la muerte del papa Francisco: el cierre del féretro del pontífice. La ceremonia, desarrollada en la Basílica de San Pedro y sin acceso al público, marcó el final de los tres días de velorio en los que miles de fieles se acercaron a despedirse del primer papa latinoamericano.
El rito, cargado de simbolismo y tradición, se celebró en presencia de altas autoridades eclesiásticas y un reducido grupo de personas cercanas al papa argentino, fallecido el lunes pasado a los 88 años. En un gesto que representa el recogimiento del alma y la dignidad del último adiós, el rostro del pontífice fue cubierto con un velo de seda blanca antes del sellado del ataúd. También se depositaron en el interior objetos con profundo valor espiritual e histórico.
Siguiendo su voluntad, el papa Francisco no será enterrado en las Grutas Vaticanas, donde descansan sus predecesores más recientes, sino en una tumba sencilla en la Capilla Paolina de la Basílica de Santa María la Mayor, uno de sus lugares favoritos en Roma. Esta decisión refleja el espíritu que marcó su pontificado: humildad, cercanía con los más necesitados y rechazo al lujo.