La construcción de la sede del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) en La Ceja ha enfrentado múltiples obstáculos desde su inicio, lo que ha llevado a su estancamiento y a la necesidad de nuevas estrategias para garantizar su culminación.
Según declaraciones al periódico El Colombiano de Erika Pineda, subdirectora del SENA en Rionegro, aunque la institución ha experimentado una revisión de prioridades con el cambio de gobierno en agosto de 2023, el retraso en la construcción de la sede en La Ceja no responde a factores políticos, sino a diversas coyunturas que han afectado el presupuesto destinado al proyecto.
Uno de los primeros inconvenientes fue la inundación del lote en 2020, lo que obligó a un rediseño de la obra. Posteriormente, los efectos de la pandemia del Covid-19 y la crisis logística generada por el estallido social paralizaron los puertos, afectando la llegada de insumos y provocando una crisis en el suministro de contenedores. A esto se sumó el encarecimiento del acero y el hierro hasta en un 300% debido a la fluctuación del dólar y el impacto de la guerra en Ucrania.
Hasta la fecha, la fase A del primer edificio ha sido completada con una inversión de $16.204 millones, más $1.259 millones destinados a interventoría. Esta etapa incluyó la gestión de licencias, excavaciones, cimientos, estructura metálica, columnas y losas. Sin embargo, la fase B, que comprende redes eléctricas, fachada, mampostería y cerrajería, no ha podido ejecutarse debido a la falta de recursos.
En diciembre de 2024, una consultoría reveló que para culminar la obra se requerían $29.000 millones. Actualmente, existen $11.000 millones disponibles en una fiducia del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) y $10.000 millones asignados en el presupuesto de 2025. Sin embargo, aún faltan aproximadamente $7.000 millones para finalizar la construcción.
¿Cuándo podría reactivarse la obra?
El director Nacional del SENA ha manifestado que en 2025 no se podrían asignar más recursos para la sede de La Ceja, pero que existen posibilidades para 2026. Además, las otras dos edificaciones que estaban proyectadas en el complejo han sido suspendidas, dado que no hay presupuesto para su ejecución.
Otro desafío importante es la dotación de la sede, la cual aún no está asegurada. Erika Pineda señaló que habrá una revisión tanto de los programas académicos como del equipamiento previsto, debido a que las necesidades del mercado han cambiado y los planes de desarrollo municipales han modificado sus prioridades.
A pesar de las dificultades, las directivas del SENA mantienen la expectativa de que la sede de La Ceja pueda entrar en funcionamiento en los próximos años, garantizando formación y oportunidades laborales para la región. Sin embargo, la materialización de este objetivo dependerá de la gestión de recursos adicionales y del compromiso de las entidades gubernamentales para asegurar la finalización del proyecto.
